martes, 28 de agosto de 2012

¿CÓMO HACER EXFOLIANTE CASERO DE LAVANDA?

La lavanda contiene propiedades sedantes del sistema nervioso central, hipotensoras, antiinfecciosas y bactericidas.
Desde tiempos remotos que la Lavanda se usa para perfumarse, se dice que los Romanos la utilizaban en sus baños y también acostumbraban a llevar un ramito entre las ropas para ahuyentar a los insectos. Buen dato para los alérgicos a las picadas de mosquitos.

La Lavanda es un remedio eficaz para calmar los nervios y en caso de ansiedad, irritabilidad, insomnio, taquicardia y migrañas. Es también excelente como tónico digestivo ya que ayuda a expulsar los gases.
Por su acción calmante, antiséptica y cicatrizante, en uso tópico se aplica en baños y compresas para tratar dolores reumáticos, infecciones cutáneas, heridas, picaduras de insectos, etc. 
Con esta pequeña receta podremos hacer un exfoliante corporal casero con una fórmula sencilla. Tu piel quedará hidratada, suave y podrás disfrutar con los sentidos el aroma que ará que su exfoliación y post-exfoliación sea toda una sensación de relax.
 

Ingredientes y materiales
El aceite esencial de lavanda podemos hacerlo natural de la siguiente manera: Depositar las hojas y tallos o flores, que deben ser frescos, no secos, en un frasco de cristal. Se añade el alcohol de 60º o 90º hasta recubrir enteramente las plantas.
Ahora comienza la paciente labor de dejar que el alcohol se haya evaporado completamente. Una vez que se haya eliminado se procede a retirar los restos de hojas y tallos, en el fondo se verá una pasta oscura llamada la esencia madre.Para poder trabajar con la esencia madre se debe añadir a este paso aceites de almendras dulces. Este aceite es recomendado porque no desprende olor y tiene muchas propiedades curativas a su vez. A continuación se ha de proceder a remover el aceite e intentar desprender la esencia madre con una cuchara de palo o cualquier otro instrumento de madera, nunca de metal o plástico.
Una vez realizado este proceso, se ha de dejar reposar la mezcla que estará lista cuando se conserve un color homogéneo y que ésta desprende un agradable y perfumado aroma. 

Instrucciones
  1. En un bote de plástico, con el volumen adecuado (de cristal no es recomendable por si se nos escurre por accidente en la ducha) echamos las tres tazas de sal y las dos de los aceites. Removemos bien y añadimos las gotitas de lavanda.
  2. Dejamos reposar unas horas para que se integren bien los aceites.
Consejos
 El alcohol de Lavanda es muy adecuado para dar fricciones y calmar tensiones musculares, así como para activar la circulación y aliviar el cansancio si se añaden unas gotas a un baño caliente.
Elaboración
 Se puede elaborar de una manera sencilla: añadir a un litro de alcohol de 90º unos 30 gramos de esencia de lavanda, dejar macerar durante dos días, filtrar y conservar el producto en un recipiente hermético y en lugar oscuro.

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