La anatomía patológica del deterioro en la vejez incluye hallazgos propios de la Enfermedad de Alzheimer y de daño vascular cerebral a nivel de la microcirculación. Probablemente estos factores de riesgo interrelacionan e incrementan el riesgo de deterioro:
La demencia es un síndrome clínico caracterizado por el deterioro de la memoria a corto plazo y de al menos otra función cognitiva, que supone una merma respecto al nivel previo, con repercusión en la vida sociolaboral del paciente, que no se da en el curso de un delirium y que se debe a una causa orgánica. Las causas más frecuentes de demencia en la población española son la Enfermedad de Alzheimer y la Demencia Vascular. Hoy en día no contamos con tratamientos curativos para la demencia y existe un consenso en que el tratamiento debe ir dirigido a retrasar la progresión de la enfermedad, buscando la mayor autonomía y calidad de vida para el paciente y también para sus cuidadores. Por ello, el abordaje de la demencia no es exclusivo de una especialidad médica, ni es exclusivamente sanitario. Es la propia situación del paciente y de su familia la que impone un abordaje multidisciplinar que implique a médicos y enfermeras de Atención Primaria y especializada y a profesionales de los servicios sociales y sociosanitarios.
- Resistencia a la insulina
- Diabetes Mellitus
- Hipercolesterolemia
- Homociesteina (El aminoácido que anuncia el ictus y el infarto): daño endotelial, incremento en el estrés oxidativo, fallas en la vasodilatación mediada por oxido nítrico y toxicidad mediada por β-amiloide, ha sido relacionado en los últimos años con la muerte de las neuronas corticales y de sus circuitos.
-Obesidad
-Alcohol
-Tabaquismo
- Fibrilación auricular: latidos cardiacos irregulares
También se ha comprobado que suplementos de vitaminas E y D han mostrado un significativo efecto protector contra problemas de memoria y pérdida de la capacidad mental, así como contra la pérdida de la función cognitiva deteriorada a partir de la aterosclerosis o taponamiento de las arterias
Los antioxidantes: ajo, Frambuesa, Cerezas, Uvas, Kiwis, Arándanos, Té verde, Cacao,Maíz, espinacas, calabaza, Vino tinto, uvas, lentejas,Cítricos, naranja, verduras, etc.
Son un ideal camino ya que protegen a las células cerebrales de los radicales libres, tóxicos resultantes de la oxidación.
Las restantes vías para prevenir la pérdida de la memoria son:
1. seguir una dieta baja en grasas
2. realizar actividad física o mantenerse activo: ayuda al corazón a mantenerse saludable, la actividad mental como la lectura, los juegos de ingenio y las palabras cruzadas permiten ejercitar al cerebro y evitan su deterioro.También el cuidado del cuerpo a través del ejercicio físico y la dieta adecuada son importantes para mantener la salud de la mente.
3. mantener la estimulación mental
4. reducir el estrés
5. ingerir alimentos con vitaminas del complejo B
6. consumir pescado y aceite de oliva
7. hacer uso de los poderes terapéuticos del ginkgo biloba
8. Seguir manteniendo comunicaciones y relacciones sociales.
9.
Bajar el colesterol y la presión sanguínea
Al usarlo la piel se ve más luminosa. En pieles grasas la producción de grasa se ha reducido y por consiguiente el maquillaje se oxida menos, durando más tiempo. Para las personas con piel seca también es recomendable utilizar esta agua, ya que la humecta sin dejar esa sensación grasosa que dejan las cremas. 
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